Violación en Viña del Mall
Pese a que la resolución del municipio de la Ciudad Jardín que ordena detener las obras del Mall Viña del Mar data del 8 de enero último, porque el proyecto no se ajusta al permiso de edificación aprobado y a sus modificaciones, no vemos aún a autoridad alguna que haga efectiva la orden para impedir que la inmobiliaria implicada siga cometiendo las ilegalidades detectadas por la propia corporación edilicia.
¿Tendrán santos en la corte?
Sin duda, aparece como un despropósito que las autoridades que hacen gárgaras con respetar el estado de derecho, que destacan los supuestos valores del diálogo y los consensos, que crean comisiones para resolver lo que no consultan y que quieren hacernos creer que las cosas no son como uno piensa, al final del día sean los más violadores de lo que tanto reclaman y cacarean.
En el Mall de 14 Norte se cometen irregularidades no solo administrativas, sino que delictuales por parte del retail y dos veces más en el Mall de Barón; y solo por la persistencia de los actores sociales que, con coraje e inteligencia, se han parado y denunciado, se han desnudado los acuerdos de silencio de los oscuros pasillos de la impunidad y la delincuencia de traje y corbata.
La señora alcaldesa reconoce que las grandes cadenas de farmacias pagan menos del 10% de lo que paga una peluquería de barrio en patente, ahora solo le falta reconocer que quien está detrás de la impunidad del mall de 14 Norte es su amigo Matías Avsolomovich, director de la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla) de la ciudad jardín, quien no solo tiene plagado de edificios que les quitan el sol a los vecinos de Viña, sino que, además, ha permitido que no se detengan las obras, pues según se sabe, él “será responsable de verificar el cumplimiento de las obligaciones que emanan de los contratos municipales, concernientes al ámbito de gestión de su Dirección, informando a su superior jerárquico cuando proceda”. Sin embargo, es evidente que no podrá hacerlo, pues es parte del problema, ya que todas las irregularidades hoy destapadas tienen su origen cuando él era Seremi de Vivienda y Urbanismo.
Lo que sorprende es que en este proceso, desde el 8 de enero en adelante, se han cursado multas por parte de los organismos del municipio y éstas han caído en los juzgados civiles de la ciudad jardín, pero las obras siguen y los jueces – al parecer por olvido- no han pedido la fuerza pública para hacen cumplir la ley.
Ante esta situación, uno tiene todo el derecho de preguntarse ¿quién es el jefe, quién es el que paga los estipendios de tan honorables señores? Si es el municipio, entonces la señora alcaldesa, con su silencio, es cómplice de que se violen las leyes de la Republica y, por lo tanto el Estado de derecho. Y si es el Poder Judicial el que paga los sueldos a los magistrados, entonces estamos fritos como en Cambalache “en el mismo lodo, todos manoseados”.
Lagos, el ex Presidente, decía que las instituciones del Estado deben funcionar y me parece que alguna vez esa frase estuvo de moda. En mi opinión, sería bueno ponerla de moda otra vez y exigir se cumpla con lo que corresponde, al menos legalmente, que es lo mínimo en este país tan carente de leyes justas para los que menos tienen. Pues acá estamos ante el absurdo que ellos hacen las leyes a su lodo y acomodo y luego, tampoco las respetan, se pasan de la raya ¿no? O es que… ¿tendrán santos en la corte?
La respuesta es obvia: “Por supuesto”; si no, el actual Seremi, con los centuriones, ya habría expulsado a los mercaderes del templo, porque para los verdaderos amantes de esta región, nuestras ciudades son templos y no mercados de baratas y gangas para los violadores de la ley.
Jorge Bustos.