Como una falsedad, catalogaron los dirigentes convocantes a la movilización del 4 de abril, el argumento que se ha dado para justificar la construcción del Mall Barón. Como se sabe el centro comercial que ha contado con el entusiasta apoyo de Jorge Castro (UDI), Alcalde de Valparaíso, que ocupará el borde costero, cambiando para siempre la fisonomía de la ciudad, ha justificado su inserción en que proveerá de fuentes laborales a las y los porteños.
También se oponen a la licitación del Terminal 2, pues este no responde a las necesidades del desarrollo portuario de Valparaíso, existen alternativas más baratas y productivas que no han sido tomadas en cuenta.
Un grupo de dirigentes, representantes de las más de 40 organizaciones convocantes a la movilización, lanzaron en la Plaza Anibal Pinto de la ciudad, la convocatoria para una marcha el jueves 4 de abril, desde las 12 horas teniendo como punto de inicio la Plaza Sotomayor y también a un caceroleo a las 21:00 horas del mismo día.
En la oportunidad se congregaron dirigentes de la CUT Valparaíso, portuarios, estudiantiles, de la ANEF local, medioambientales, de organizaciones ciudadanas, concejales y dirigentes vecinales quienes comparten las razones por las que llaman, al pueblo de Valparaíso, a manifestarse en contra de la instalación de este mall y la licitación del Terminal 2.
En lo principal, denuncian que la construcción del Terminal 2 y el Mall Barón transformarán radicalmente el borde costero y portuario de la ciudad, hasta ahora sin evaluación de impacto ambiental, además, alegan que no existe un plan de desarrollo comunal en el que se inserten este tipo de mega proyectos que impactan de modo decisivo a la comunidad y la ciudad.
También destacan la ausencia de participación ciudadana en la toma de decisiones que afectan a todos quienes viven en Valparaíso, por lo que demandan mayor injerencia ciudadana y la protección del patrimonio porteño que durante las últimas décadas se ha subordinado a intereses empresariales ajenos al interés de la ciudad.
Existe consenso en rechazar el secretismo y ausencia de información y participación en la elaboración de estos proyectos, que además favorecen a grandes conglomerados empresariales que no trepidan en intervenir grandes espacios sin considerar la identidad, la historia y las características del lugar, sino que todo se subordina al interés económico de personas, que además, ni siquiera son porteños, ganan plata, hacen el daño y después se van, acotan con molestia.
Se ha pretendido engañar a la ciudadanía, especialmente a la más modesta, prometiendo empleos y mejores condiciones de vida para la ciudad, lo que es totalmente falso, pues el Costanera Center en la Capital ha generado no más de 2.500 empleos.
A Castro –nos dicen- lo único que le interesa en cumplir sus compromisos con los empresarios, no tiene ningún interés en preservar la cualidad porteña de la ciudad y no le importa destruir el carácter patrimonial de esta, como ocurre con el proyecto de los estacionamientos subterráneos, fraguados entre gallos y medianoche, para acabar con lugares emblemáticos como la Plaza de la Victoria, la Plaza Simón Bolívar y la Plaza O’Higgins.
Como señaló uno de los dirigentes convocantes, llegó la hora que los porteños nos pongamos los pantalones y nos decidamos con coraje a defender nuestra ciudad, ya está bueno de aguantar la incapacidad e ineficiencia de autoridades que por décadas se han dedicado a proteger sus intereses y los intereses de los enemigos de Valparaíso, llego la hora del pueblo de Valparaíso y el 4 de abril-remató-nos haremos sentir.
